Archive for the ‘Críticas’ Category

h1

Chapter 14: Licenciatura en hijoputismo

23 julio 2010

Y con esto no me estoy refiriendo a esos «simpáticos» seres que publican cualquier marranada en un periódico o que salen en la tele, y que con tal de vender enseñan hasta a su madre en pelotas (aunque algunos de ellos son decentes y no merecen pagar justos por pecadores). No. Esto no tiene nada que ver. Resulta que el otro día me da por abrir el Tuenti o el Facebook y me encuentro fotos de una persona (ni revelo sexo ni nada, que luego me llueven las represalias como llegue a oidos de ese alguien) a la que le han concedido la beca del Ministerio de Educación y Ciencia para irse al extranjero, a un país angloparlante. Una persona que de inglés tiene tanta idea como yo de física cuántica. Es decir, nada. Por mucho que esté en la antigua Filología Inglesa. La gracia es que esta persona se lleva todos los años becas para hacer hasta el pino con las orejas, y a mí que me den por el saco.

El que tenga una buena nota de expediente tiene tanta importancia como que ayer a Su Santidad le saliera una almorrana mientras estaba en el retrete. Da exactamente igual que se mate uno a estudiar para conseguir un Cum Laude o que una se esté tocando el chichi y pase con el aprobadillo justo. Aquí lo que importa es el umbral de ingresos, y quien lo supere no puede acceder a dicha beca. No se tiene en cuenta los miembros que trabajan en la familia, el número de componentes de la misma o lo que afeita Hacienda a la hora de llevarse su parte. Sólo importa la pasta. Y como lo que realmente vale aquí es lo que ganes por año, aunque sea porque mi padre es el único que cobra por su trabajo (mi madre trabaja como nadie, pero las labores de casa por desgracia no se pagan), el que te estés muriendo de asco porque hay un huevo de cosas que pagar es algo que no merece ser tenido en cuenta. Y mucho menos se merece ser tenido en cuenta el hecho de la pillería de poner propiedades a nombre de otro, ganar dinero que no consta como ganado y echarle morro al asunto, teniendo la pasta guardada bajo el colchón, para llegar a pedir una beca y que la concedan. Tócate los cojones.

Pero la segunda parte viene ahora. Una vez hecha la trastada, que sea a lo grande. Ya no voy a hablar de esa persona de la que hablaba antes. Ahora me voy a referir a todos los hijos de la gran puta que son los estudiantes universitarios (y yo también en parte, mucho menos que ellos, pero en parte). Porque a ver a quién no le interesa coger la pasta de la beca (que no es poca) y apuntársela a un plazo fijo, costearse las juergas de los jueves (y lo que no son jueves), ahorrarse la beca de varios años para comprarse un coche, pulirse un pastizal en trapitos de Zara y demás, comprarse consolas o directamente irse de viaje a donde le salga a uno (o a una) de sus partes más nobles, para continuar la farra y de paso hacer el pollardo en fotos que luego ve todo el mundo. Amén de los demás usos que se le puedan dar al euro hoy en día. Si esto es fomentar la educación, yo propongo que se cree una nueva licenciatura, que a buen seguro estará más difícil entrar que en las sobrevaloradísimas carreras de salud y tecnología. Se llamará Licenciatura en Hijoputismo, y en ella podrá entrar cualquier persona con ganas de reirse de cualquiera en su cara, faltar el respeto y vivir a cuerpo rey cuando otros las pasan canutas, necesitando algo que el Gobierno no les da: la misma oportunidad que a estos caraduras.

Y por supuesto cualquier universitario español está invitado a hacerla, si no obligado, más aún los que aspiran a un despacho en la sede de un partido político y una boca con cierto regustillo a mierda. Porque de ellos es de los que más me acuerdo cuando escribo esto. De ellos y de la puta madre que los parió.

h1

Remember who you are: recuerda quién eres

21 julio 2010

Después de los primeros discos de un grupo que se supone prometedor y cuyos primeros trabajos son algo fresco, innovador y potente, ocurre siempre lo mismo: el querer experimentar los echa a perder y ganar un público que no es el suyo. Así hasta que se dan cuenta del error y lo subsanan como pueden. Algunos se quedan en un simple intento. Otros consiguen arreglarlo (los pocos). El grupo del que voy a hablar hoy, en mi opinión, ha conseguido sobreponerse a tanto experimento extraño. Señoras y señores, con todos ustedes uno de los estandartes del nu metal, KoRn. Y su nuevo disco «Remember Who You Are».

Recuerda quién eres. No eres la banda de rock alternativo que quisiste ser para ganar adeptos. Eres lo que eres y punto.

Ya el propio título en sí es una advertencia de que pretenden volver a lo que hicieron en sus primeros discos. Y cuando te pones a escuchar qué han hecho para que eso sea así, bien puedes decir «vaya un chufo» o «lo han hecho». Ya de antemano anunciaba Jonathan Davis que quería tratar algunas de las razones por las que la humanidad se corrompe y se viene abajo: el dinero, el tiempo, las drogas, la religión y el poder. Y lo ha conseguido, porque trata esos temas a lo largo del disco, y con resultados bastante interesantes. Muy bonito todo esto. Pero, ¿qué hay de la música? Adelante pues.

Uber-time es una pequeña intro al álbum con ligero uso de guitarras en la el locutor habla del polvo lunar y de la posibilidad de que el ser humano no esté solo en el universo (algo completamente lógico, en mi opinión, si tenemos en cuenta que la Tierra es una gota de agua en el océano de dimensiones inimaginables que es el Universo). No es un mal comienzo.

Oildale (Leave Me Alone) es el corte que nos va a hacer volver a pensar que KoRn vuelven a ser lo que eran. Guitarras muy pesadas, Davis con su inconfundible voz diciendo que todo lo que está bien se lo joden unos cuantos y que lo dejen en paz de una dichosa vez. Un tema muy clásico que recuerda a los temas el primer disco de la banda. Potente y sin concesiones.

Pop a Pill es un tema innovador. Un tema dinámico tanto por el ritmo como por las guitarras. Pero lo que más llama la atención es la voz de maníaco de Davis. Si nos paramos a leer la letra, podremos comprobar cómo hace de bien su trabajo. Y es que escribir una letra que enseñe lo que es tener una adicción a las drogas de agárrate y que encima te puedas imaginar lo que es pasar el mono con una desesperación igual que la que se puede sentir en la voz de este hombre…es mucho.

Fear Is a Place to Live es uno de los mejores temas del disco. El ritmo va en la línea del tema anterior, pero las guitarras son distintas, un poco vintage, el ambiente que crea es oscuro y la temática de la letra, en contra de lo que cabe pensar con semejante título, es una referencia en toda regla a superar nuestros miedos. Si al final acabas jodido por gente que al principio parece buena, entonces lo mejor es que se quiten la máscara y muestren su verdadera cara para hacerles frente. Genial.

Move On es una canción más extraña de lo habitual, porque el cambio de ritmo es constante y se hace difícil de escuchar. Es posible que a más de uno no le guste, y a mí sigue sin terminar de cuadrarme, pero a fin de cuentas es un buen tema.

Lead The Parade se asemeja a una marcha militar que se desbanda cuando llega el estribillo (totalmente coreable, por cierto). Una canción pegadiza, en la que el tema principal es el tormento que supone tener que tomar una decisión y tener que «liderar un desfile» o si no se va todo al carajo. A mí se me asemeja a llevar una vida en la que el más mínimo error te manda a tomar por saco. Una vida totalmente controlada, en la que uno tiene el poder de su propia vida, tanto para bien como para mal. Y es que un poder absoluto también te puede hacer pedazos, sobre todo si se trata de tu vida.

Let the Guilt Go huele a single. Una buena voz sin resultar estridente, con un buen respaldo de las guitarras y una ritmo de batería consistente (a estas alturas del álbum es una de las cosas más trabajadas del disco), con variaciones ocasionales en el ritmo, pero que para nada hacen difícil la escucha. El mensaje principal es que no se puede dejar que las cosas malas sigan liderando nuestra vida. Que se larguen, menos pensar y más actuar de corazón. A lo mejor así no desperdiciamos nuestra vida.

The Past es otro gran tema. Psicodélico y oscuro, las guitarras tienen un gran peso y y la voz de Jonathan se suelta en el estribillo. Especialmente extraños y a la vez atrayentes son los efectos aplicados al tema, sobre todo en la parte del «run away, go away»: las voces y la atmósfera son siniestras, pero es que para colmo hay palmas. A ver quién es el listo al que se le ocurre hacer eso en otro lado.

Never Around es todavía más psicodélica que la anterior, con trozos que recuerdan incluso al doom metal. Es la canción más larga del disco y presenta varios cambios de ritmo, tanto en guitarras como en batería, igual que una forma de cantar de Jonathan Davis desquiciante en algunos momentos. Sencillamente genial.

Are You Ready To Live? lo tiene todo. Es pegadiza, buenos cambios de tono de voz en Davis, gran ritmo y mensaje: aquí se pregunta este hombre qué hace en toda su vida, y resulta que lo único que ha hecho es dar, y para colmo ha perdido el tiempo de manera miserable. Ahora tocará recibir algo y empezar a vivir, aprovechar el tiempo, que no es mucho.

Holding All These Lies es un gran cierre para el disco. Puro amor. A veces queremos saber tanto que descubrimos cosas que jamás quisimos descubrir. Por esto se arrepiente en la canción, por enseñar cosas que nunca tuvieron que salir a la luz. Nada más cierto que eso, porque las verdades duelen. Y como punto destacable en el tema, hay un solo de guitarra. Muy destacable diría yo, porque esto sí que es raro en este género de metal.

A pesar de las muchas y dispares opiniones, a mí me ha cautivado. No tiene nada que ver con los dos discos anteriores, que por cierto no llegué a escuchar enteros por aburridos, faltos de originalidad e impropios de esta banda. Después de casi 5 años sin nada decente, han vuelto a hacer lo que debían. La prueba está en que pillé el disco casi por sorpresa y ya le he dado varias escuchas. Y cuanto más lo oiga, más me va a gustar. No es que KoRn sea la mejor banda del mundo, pero los llevo escuchando desde los 14 años y forman parte de lo que escucho habitualmente, entre otras muchísimas cosas. Y por su parte me parece estupendo hacer lo que tenían que haber hecho, en vez de dedicarse a experimentar. A lo mejor podrían haber hecho algo más sólido, pero para mi gusto está muy bien. Al menos han sabido encontrar otra vez su camino.

h1

Chapter 13: Putillas Channel, Justin Bieber, los niñatos y la puta madre que los parió

5 julio 2010

Probablemente si me leéis os hagáis la pregunta de por qué no he hablado del Japón-Paraguay y del famoso fallo de Komano en penaltis que le costó a los nipones el pase a cuartos de final. La verdad es que no tenía muchas ganas de hablar de ello, pero los japoneses hicieron un gran partido y son gente grande.

Pero lo que voy a decir hoy no tiene nada que ver con eso. Si ya he hablado en ocasiones anteriores de lo mucho que me jode que el típico niñato de turno sea el triunfador (algo que a veces acaba en desgracia), lo que he visto hoy me ha hecho confirmar lo mucho que detesto a este tipo de gente. Preguntarles por la capital de Eslovaquia o por quién era Shakespeare es lo mismo que preguntarle a un canadiense quién era Manolete: ni puta idea. Pero de ligar, follar y ser los que dejan muy atrás a la gente normal saben como nadie.

La cosa es que hoy me salió en el canal de Youtube uno de los vídeos del niñato de los cojones de Justin Bieber. No suelo prestarle atención a ese tipo de cosas porque me parece lo fácil, la típica cancioncita mierda bailable en la que sólo se dice que cuánto te quiero y qué guapa eres cuando lo que intenta inplicar es que me pones burro y te quiero echar un polvo que te deje seca. Lo que me llamó la atención es que encima colabora Ludacris. Triste, pero cierto. Un rapero de renombre colaborando con un niñato que no tiene ni media ostia. Bingo. Si ya sabía que en el hip hop la hipocresía fluye como si fuera agua, ahora queda demostrado que el ‘keep it real’ puede desaparecer gracias a los papelitos verdes.

Así las cosas, pongo el vídeo y sale el mocoso éste en una bolera con su grupito de colegas mocosos, se fija en una chavala y le pone. La niña pasa de él y él intenta demostrarle jugando a los bolos quién es el macho alfa. Y pasa de él. Y así en una repetida sucesión de secuencias en las que el resultado siempre es el mismo. Hasta que al niño le da por bailar break dance (sí, eso que es típico del hip hop pero que hoy hasta los gilipollas de Fama, que no tienen ni idea de lo que es el flow o un scratch, bailan) y la nena peinsa que qué guapo es él. El vídeo acaba con final feliz, los dos cogiditos de la mano, previo morreo que no te enseñan no vaya a ser que los papis se escandalicen. Inútil, para qué engañarnos, porque el resultado posterior ya nos lo imaginamos todos.

Acabo de ver el vídeo y de lo único que me entran ganas es de estrangular al puto niño de las narices. Es decir, que estudies y seas una persona con dos dedos de frente importa casi tanto como que la NASA descubra agua en Marte: una puta mierda. Que seas una buena persona aunque no tengas el atractivo de CR9 da exactamente igual si no sabes bailar, no llevas una gorra plana de los Red Sox (si eres español ni te has molestado en saber que los Red Sox son un equipo de béisbol de Boston) y ropa que vale más que tú.

Me quejaba en su momento de que las adolecentes en pleno proceso hormonal tienden a buscarse a los chulos y a los que van de rebeldes. Hoy lo reitero, porque encima es que cosas como el Putillas Channel (con un reparto encabezado por Guarra Montana y seguido por Perra Gómez, los Pollas Brothers y demás basura comercial que nada tiene que ver con los Donald, Goofy o Mickey de la infancia de muchos y cuyo único objetivo es hacer montañas de pasta) o el típico popero de turno promocionado por una discográfica con más pasta que África entera que encima consigue dar un palo con una estafa de CD y un movimiento de masas en el que las niñas de los 12 a los 17 años (ojalá fuera así, porque el rango es mucho más amplio) van cual caracol dejando su rastro allá donde ven algo de este personajillo o similares.

Ya se había podido ver en otros sitios como las típicas series puercas de instituto americanas, y también en las españolas (con tan poca imaginación que tienen que coger un fondo americano, qué lástima), que el que está cachas y va de macho es el bueno, aunque sea un hijo de la gran puta que luego te vaya a dar la paliza de tu vida o lo que quiera es echar un polvo y dejar a la que sea tirada como si fuera una perra. El resto dan exactamente igual, es como si la gente normal no existiera, y si de paso se les puede ridiculizar en algún vídeo que se cuelgue en YouTube, mejor que mejor. Sé que hay de todo en el mundo, y que la misma tónica entre los guapitos se sigue entre gente más fea que los pies de otro y con una represión y una mala leche dentro que en política bien podría causar el IV Reich, pero eso me lo guardo para otra ocasión.

Estas cosas siempre han pasado y más de uno las ha sufrido en sus propias carnes. Pero enseñarles a las crías que esto es lo que se tiene que hacer es lo más bajo que he visto en mi vida. Perdón, lo más bajo es hacerle caso, que es lo que hace la mayoría de gente sin dos dedos de luces. Y luego pasa lo que pasa: desprecios a la gente normal, el más chulo como triunfador y al final el día menos pensado a cierta persona se le cruzan los cables, coge la escopeta de caza de su padre (o la Glock de 9 milímetros si vive en América y tiene un súper a la vuelta de la esquina), se va al instituto y mata a todo Cristo, para después meterse un balazo entre ceja y ceja y dejar un bonito plato de espaguetis en la pared. Poniéndonos en el caso trágico es así.

Siendo más realistas, lo que se genera es un montón de gente con complejos y problemas difíciles de superar y un puteo que no siempre acaba bien. Todo gracias a los deseos de unos por triunfar, poder meterle mano a más de un@ y formar parte de los sueños húmedos del populacho, y de otros por hacerse de oro. Un producto que al poco tiempo se renueva, poniendo otra cara guapita en la misma situación y sigue teniendo éxito porque seguimos empeñados en vivir en un puto mundo de rosas y olvidarnos de que hay hijos de puta a millares donde quiera que estés, que te sacan la pasta como si fueran sanguijuelas y te imponen lo que debes hacer. Lo que mostraba Orwell en «1984» nunca estuvo más cerca de hacerse realidad que ahora, sólo que camuflado bajo la calidad de vida y hacer lo fácil, ser lo que se te pida y ya está.

Pues a mí que me disculpen por no hablar como se me pide en ciertas ocasiones, por escuchar cosas que me aporten algo y me hagan ser consciente de lo que pasa en el mundo y por ver lo que no se quiere ver. A uno le cansa tener que hacer lo políticamente correcto y que la recompensa que tenga sea un pisoteo constante de un trepa tras otro. Estoy hasta los cojones. Y con vuestro permiso me voy a escuchar y ver algo de realidad, lo que pasa de verdad.

PD: sí, hoy tengo un cabreo de narices gracias a esto.

h1

¿Jugar con un stick te lleva al infierno?

7 May 2010

Quien diga que los videojuegos son el demonio se ve que nunca se tomó la molestia de echarle unas horas a algún juego que no sea un arcade. Seguro.

Es atípico esto que digo, pero es cierto. Estoy cansado de ver que cada dos por tres alguien se carga a una persona o varias porque supuestamente actuó según un videojuego. Otros dicen que la epilepsia es fruto del diablo de los videojuegos, y otros directamente dicen que los videojuegos te quitan tu vida social y te echan la vida por alto. Excepto lo último (es cierto que el pique de la gente con juegos como el World of Warcraft es preocupante), el resto me parecen pamplinas (y lo último que he dicho se debe a no saber los límites de uno mismo).

Desde que era pequeño he jugado a una cantidad de juegos enorme. Casi daba igual cual fuese, cualquiera me venía bien. Como resulta que muchos juegos equivalen a mucha pasta (y yo desde luego no la tenía), tuve que tirar de pirateo en una pila de ocasiones increíble, como ha hecho la mayoría de la gente que tuvo una Playstation 1 en su época (y más tarde con la PS2, GameCube o XBOX). Pero no es ahí donde quiero llegar.

Para muchos significa diversión ponerse a jugar a un Metal Gear Solid, a un Grand Theft Auto o a un Pro Evolution Soccer, pero muchas veces para mí representa algo más que eso: es aprender. A mí me encantan este tipo de cosas, y horas les he dedicado a punta pala. Y no soy ningún tarado ni ningún delincuente. Pero sí que aprendí ciertas cosas que no se olvidan. Términos como «nuclear building» no los asimila un niño de 9 años así por las buenas, y mucho menos términos de inglés afroamericano. Tampoco el mismo chaval, unos años más tarde, conoce una cantidad considerable de personajes de las diferentes culturas del mundo ni aprende japonés entre gol y gol por ciencia infusa. Ese chaval soy yo. Y no son pocas las situaciones en las que me ha pasado.

Hace poco, mientras analizábamos poesía en clase, apareció de repente un personaje de la mitología celta, Cú Chulainn, que me sonaba y mucho. Haciendo memoria, resulta que el personaje en cuestión era una de las invocaciones de la saga de juegos de rol Shin Megami Tensei (que creo que ya hablé de ella anteriormente, aunque poquito). Antes de esto, en clase de japonés, empecé a escribir kanjis que nadie me había enseñado, y sin ningún problema, igual que una pila de términos en katakana de los que no tenía ni idea en español. Y estudiando variedades del inglés, conocía bastante bien la jerga que usan los afroamericanos en los USA. Y esto se lo debo al GTA y a jugar al Pro Evolution Soccer de J-League. Igual que a muchos les sonará la leyenda de Prometeo, el titán condenado a que un águila coma su hígado hasta que Hércules le libere, porque en la saga God of War el protagonista se encuentra a Prometeo (aunque en vez de liberarle se lo cargue).

¿Es casualidad? Me da que no.A los videojuegos se les ha demonizado y se les ha tachado de causantes del mal porque a alguien hay que cargarle el muerto. Nadie se ha parado a pensar en lo positivo que puede recibir la gente que juega, lo que puede aprender en cuanto a cultura general e idiomas (y algo de moral) divirtiéndose y partiéndose la cabeza pensando cuando encuentran un obstáculo. Para mí es eso. Sabiendo los límites de cada uno, hacer eso es sencillamente la leche. Yo siempre he dicho que no aprendí inglés en el colegio, sino con estas cosas. Y es verdad. Pero decir estas cosas y que la gente lo reconozca implica que todos los mitos sobre los juegos se vayan al carajo y pierdan.

Porque lo fácil es culpar a los videojuegos (y no sólo a estos, también a la música, los cómics o la literatura) para salvar el culo, mirar para otro lado y no querer ver la realidad. ¿Por qué no se le paran los pies a los programas de prensa rosa en televisión, donde la Esteban sale montando numeritos junto con una pila de personajes casposos que viven del cuento y de un montón de gilipollas que los ven? ¿Por qué, en vez de echarle la culpa a estas cosas, no se para nadie a mirar qué tienen de instructivo Hannah Montana, los Jonas Brothers, o en general el Disney Channel de ahora? La respuesta es simple: negocio y evasión de culpa.

Muchas niñas adolescentes en plena edad hormonal se follan a lo que pillan por delante y actúan como si fueran mayores porque sus ídolos lo hacen. Otros se creen que son miembros de mafias y se comportan como tales, haciendo el gilipollas allá por donde pasan. Y mucha gente se insensibiliza y ve lo violento como lo más normal del mundo, como otras muchas cosas, porque alguien se lo mete por los ojos y nadie está dispuesto a pararlo. En la sociedad en que vivimos veo que los niños tienden a vivir solos, independientemente de unos padres que curran demasiado y que no les prestan atención y que lo suelen suplir a base de regalos para mantenerlos calmados y que no anden molestando. Luego tenemos fracaso escolar, maltrato a los padres y familias rotas, pero por supuesto la culpa es de los videojuegos esos que les meten muchos pájaros en la cabeza, no de unos malos padres a los que sus hijos les importan una mierda ni de una sociedad que te mete en la cabeza unas ideas para luego echártelas en cara.

No es más ciego el que no ve, sino el que no quiere ver las cosas tal cual son. Y la realidad es ésta. Yo no voy a solucionar nada, pero tenía que decirlo. El que quiera verlo, que lo vea, porque seguramente le sea de provecho. Y el que no, que no lo haga. Quien sabe lo que le conviene sabrá que hacer.

h1

Chapter 13:Ya es Navidad en el Corte Inglés

11 diciembre 2009

Y yo me pregunto: ¿por qué?

¿Para ir poniendo los dientes largos a los críos con regalos superhipermegaultraguaysquetecagas que luego a los dos días están en el baúl de los recuerdos acumulando polvo? ¿Para ir haciendo kilos con los mantecados y demás, que luego nos quitamos en el gimnasio?

Creo que perdimos el norte hace mucho. El día que la religión empezó a ser un negocio, se acabó. Así quiera venir el Papa a decir que no, que es mentira. La religión nos importa una mierda, pero para Navidades queremos muchos regalos, y se nos va la puta cabeza al ver a una virgen a la que se le cambian cuatro estupideces al año que valen un huevo en la supuesta semana sagrada.

Es momentáneo. Luego nos olvidamos de eso, lo guardamos en un ricón apartadillo de la memoria, nos cagamos encima de ellos no pocas veces, y cuando nos va a llover la mierda a kilos es cuando nos acordamos. Convenencieros e hipócritas como nosotros solos, no somos otra cosa. Es hora de presentarles el modelo de Jesucristo que lleva estando de moda desde hace mucho tiempo:

Éste es nuestro Señor

PD: Yo creo, pero no en la Iglesia y sus patrañas ni en una burda postura de pensamiento fundamentalista sobre Dios. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

h1

Chapter 12: Cuarto y mitad de «te quiero», por favor.

21 julio 2009

Lo sé. Debería haber escrito antes, pero no he podido. Mil disculpas por no haberlo hecho a su debido tiempo. Parece que por mucho que le pase el tiempo a una persona, sigue siendo uno más o menos el mismo (hace casi una semana que cumplí 19 años, y soy el mismo despistado de costumbre). Pero bueno, qué le vamos a hacer…

Llevo pensando en esto mucho tiempo. En serio, si llego a escribir la novela que quiero escribir, quiero reflejarlo. Esto y muchas otras cosas más. Pero hoy voy a hablar de dos palabras que dan mucho que hablar: «Te quiero».

Levántate por la mañana. Abre el correo, el Tuenti, el Facebook y todas las gilichorradas que gente como tú o como yo tenemos, porque irremediablemente nos picaron unos u otros. Mira los comentarios que te han dejado. Mira algunos comentarios de tus amigos y amigas. Cuenta los «te quieros», «TeeQ*» y demás variaciones que se presenten. Si hablas con alguna amiga por el Messenger, echa un vistazo a los «te quiero» que puedan aparecer en la conversación (obviamente, si es tu pareja, pásalos por alto porque es algo completamente normal en una relación de pareja).

Te llama tu grupo de amigos para salir. Habéis quedado en la plaza_____ porque os váis al Dunkin Donuts, al Starbucks o a donde sea a tomar algo, y luego os váis al parque a echar la tarde. Si podéis, prestad atención a las veces que se les escapan esas dos palabras a estas personas.

Vuelve a tu casa, ya tarde. Y cuando te vayas a acostar, piensa en cuántos has escuchado, que por norma general hay un huevo. Y ahora piensa si realmente no podrías entrar a una tienda y pedir un cuarto y mitad de «te quiero».

No sé cómo lo veréis vosotros. Yo lo veo así. Vale, tiendo a ver las cosas por el lado malo. Pero tengo mi lado realista. Y a lo que quiero llegar es que, esas dos palabras que supuestamente significan tanto, se usan hasta para la gilipollez más enorme del mundo. No sé si lo habréis observado, pero yo desde luego que sí. Tequieros como coletilla, cuando haces el pavo, títulos de fotos, en las superproducciones hollywoodienses que últimamente llenan de bodrios las pantallas de los cines…

¿Se siente de verdad un «te quiero»? ¿Se dice realmente en serio eso cuando se lo dices a una persona que no sea tu pareja? Me cuesta creerlo. Yo puedo parecer el tío más insensible del mundo, pero lo que yo quiera o aprecie a la gente lo demuestro con hechos, y no con palabras. Sólo he dicho dos veces «te quiero» en toda mi vida, y ambas fueron a diferentes personas. Pero yo sabía lo que estaba diciendo. No he tenido la oportunidad de gastar tanto esas palabras como para que me suenen a remanidas por mi parte. Pero sí que las he visto repetidas una pila de veces. Y aunque es una cosa que ni me va ni me viene, preocupa saber que uno se ve rodeado por cosas así.

Lo sé, hay muchísmos problemas, y más gordos, en el mundo. Mucho más que éste. Pero también es algo que, en cierta medida, preocupa. Sobre todo si lo que ves es que esas dos palabras se usan tantísimas veces en un grupo de amigas que luego se rompe por cualquier chorrada. ¿Y qué pasa con todas esas veces en las que se han dicho «te quiero»? Se evaporan como el agua. Nunca han existido. Pero porque nunca se han dicho siendo consciente de lo que se dice. Otra cosa muy distinta es cuando hay relación de pareja, y es una cosa normal y totalmente comprensible que se quiera demostrar el cariño y el aprecio que se le tiene a una persona.

Os lo garantizo, he acabado aborreciendo hasta el límite esa coletilla. Porque yo pienso que las cosas tienen un significado. Que muchas veces no tenemos ni puta idea de lo que decimos día a día. Y que depositamos una confianza excesiva en personas que conocemos desde hace muy poco tiempo. Eso, para mí, es una inconsciencia mental enorme. No estoy diciendo que yo sea el bueno por no decir ciertas cosas y el resto los malos. Simplemente quiero analizar esta situación porque día a día la cosa progresa a más. Y ya que hay libertad de expresión (y no libertinaje expresal), me veo con todo el derecho del mundo a decir lo que he dicho.

No sé si es que tengo metida en la cabeza la estructura uchi(内)-soto (外), o que, directamente, no entiendo el modo de actuar de mi sociedad y cada día lo entiendo menos. Pero cosas como ésta de vez en cuando nunca está de más pensarlas. Porque da coraje que una cosa que debería de decirse en serio, asumiendo lo que realmente significa, se diga como quen dice «Mierda» cuando hace algo mal.

Para finalizar, un refrán que a más de una y a más de uno le sonará, y que en esta ocasión viene que ni pintado cuando se dice más de lo que se debe decir (en este caso, «te quiero»)

Perro ladrador, poco mordedor.

h1

Niño de Somalia

4 junio 2009

Hace un rato escaso que he llegado de la calle, he terminado el almuerzo, me pongo con el ordenador…y me encuentro esto.

Sí, tengo Tuenti, Facebook y mil marranadas más que un día de estos cerraré pronto (los cerraría antes, pero hay gente con la que sólo puedo hablar así, lo cual me parece una lástima, pero bueno). Es una cadena, y no una al uso. Y, como me dice alguien de vez en cuando, es la puta realidad de la vida. La pongo aquí para que la veáis:

Hola, soy un niño que ha vivido mucho tiempo en Somalia y he visto como muere la gente. La razón de ser no es precisamente por el hambre o la guerra, sino por los eventos de mierda que creais para contar como la puta madre que parió a la prima de la vecina de tu abuela, que es hija única, soltera y tiene mas efermedades que mi vecino de choza, se le cayeron las bragas viendo como subía al ascensor de su bloque el monstruo de las galletas y le contaba que el tuenti lo iban a chapar.
Vamos a ver… ¿Quién se cree eso?
Por un momento el simple hecho de querer saber que «Tuenti va a cerrar» (igual que Hotmail), que a tu vecina le han quitado la cuenta y ha hecho un evento para que todos lo sepamos ¿Es algo que de verdad deba interesarnos? ¿No os habéis dado cuenta de lo marujas que sois? Mi abuela hace lo mismo pero en el supermercado, para las mujeres mayores el tuenti es la caja del super.
Después nos encontramos con los divertidos eventos tuenti, fabricados en Hotmail los cuales si no les envías el evento a todos tus contactos antes de que pasen 5 minutos te vas a quedar sin follar toda tu vida.

1º No voy a tardar 5 minutos porque el tuenti no da para más. Es el resultado de copypaste skin de Facebook y a programar con dos bolsas de marihuana.

2º Como tardaré seguramente en mandar el evento mas de 5 minutos, puedo ponerme con otras cosas mas interesantes, como por ejemplo; tocarme los huevos a dos manos. También puedes donar sangre, puesto que al menos puedes recuperarla, lo que no puedes recuperar son las neuronas que pierdes al leerlos.

3º Lo de que no follas es mentira, una vez me llegó uno que ignoré y esa noche no tuve problemas sexuales :$ Aquí tenéis una evidencia de esas grandes mentiras XD

Vamos a ver, tenemos suficientes luces para saber que no vamos a morir por no enviar un evento, que yo sepa un software nunca ha podido ser encantado por lo cual no hay nada de que temer. De chicos se nos asustaba con el hombre del saco y de grandes se nos asusta con efermedades por no enviar eventos xD
Después no me extraña que la audiencia televisiva rebose en GRANDES programas como DECojones, Gran Marrano, Supervivientes en la Isla de la muerte (donde no comen… una mierda), así como demás programas parásitos. Si ves continuamente uno de estos programas, es mejor que vayas al cardiólogo porque te va a explotar la patata de tanto colapso maruja, o mejor créa un bunker en tu cuarto y te aislas, dudo que tus amigos tengan ganas de volver a verte. En el caso de que tus amigos sean como tú, invitalos a ir.

Tampoco quiero eventos de esos cachorritos que son mas feos que un grano en el culo y que van a morir mañana si no los adoptas… O esos eventos en los que un tio mata muchos gatos y para ponerle mas maldad dicen que es de las juventudes del PP.
En primer lugar, tengo 7 gatos a regalar, no me interesa tener un perro y más cuando todos los días mueren un montón de ellos en las perreras de todo el mundo, precisamente menos de la mitad de niños que mueren en todo el mundo por no recibir una ayuda como podría ser apadrinarlos.
Y el tio matagatos del PP, no por ser del PP va a matar mas gatos. No se trata de que tenga una maza asesina extra como si se tratara del WoW También hay gente de otros partidos que queman locales y agreden a personas un poco de cordura por Dios xD

En resumidas cuentas, ese niño de Somalia, os pide que si amáis la vida no le mandéis al creador de este evento ninguna gilipollez más en cadena.
Cada vez que pincháis sobre «Voy a ir» un niño somalí muere. Cada vez que pincháis sobre «Quizá voy a ir», un niño somalí se queda cojo, manco o pilla el SIDA.

¡¡¡Pensad en los niños!!!

PD: Me temo que esto se convertirá en un evento tuenti, pero me alegraré si solo mis contactos saben que no tengo ni puñeteras ganas de recibir mas mierda.

La verdad es que tiene razón. Toda la razón del mundo. Y hoy no tengo ganas de decir mucho más. Todo lo que viene dicho ahí es lo que diría yo también, así que lo usaré para decirlo yo también. Y qué menos que dar las gracias a quien me lo ha pasado.

Nos vemos!

h1

Chapter 11: Cosas que no pasan, que pasan y que deberían pasar

29 May 2009

Pues bueno, yo sé que más de uno estaba esperando que volviera. Y yo estaba también deseándolo, más que nada por poder decir que me he quitado un buen peso de encima con los exámenes. Y según parece voy a salir bien parado, así que no está mal la cosa.

Como siempre, hay cosas que van bien y cosas que van mal. Y la verdad es que en el tiempo en el que he puesto cosas breves no he podido poner más, pero me he quedado con las ganas. Sí. Muchas cosas que decir y que se han quedado por el camino. Pero otras no.

Por ejemplo, voy a hacer un poco de remodelación del blog, y a pesar de seguir más o menos con la misma temática que de costumbre, lo quiero enfocar más a Japón. Vale, ya hay un montón de blogs así, pero me gusta y algún día me gustaría poder poner los pies en territorio nipón y ver realmente por qué me gusta tanto el país. Amén de sguir hablando sobre lo que pasa en el resto del mundo, y más concretamente en España, que para algo es mi realidad.

Durante estos días he sabido por segunda vez lo que es la recompensa de un trabajo hecho y practicado desde hace tiempo, y en dosis intensivas. Vamos, que se nota cuando uno trabaja las cosas, las lleva al día y se esfuerza en sacarlas adelante, aunque se prive de otras muchas cosas que le gustaría hacer. Yo no soy el tío más listo del mundo, pero para saber que eso se llama madurez no hace falta ser muy listo, y para dedicarle todo el empeño a algo que te gusta tampoco hace falta. Simplemente, querer es poder, por mucho que me digan (y os digan) que es imposible, no hay manera.

Al igual que pasan cosas como ésta, que demuestra que una persona va creciendo y va teniendo un poco de conciencia sobre lo que es vivir, también hay asuntos que son de juzgado de guardia. Hace poco mi profesora de Literatura me enseñó un texto de un libro que para mí de momento es de lo mejor que he leído: El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger (en inglés, el título es The Catcher in the Rye). Me gustó tanto que quise ir a comprármelo…hasta que conseguí ver el precio. Y me eché atras pero a la voz de ya. La verdad es que entiendo que los libros cuesta dinero encuadernarlos y todo el sistema de intermediarios que hay. Pero que hoy en día un libro de 200 páginas sea más caro que el material para dos o tres canutos me parece exagerado. Más que exagerado, ilógico. Así no me extraño de que cambiemos el libro por el librillo. Parece ser que a fin de cuentas es lo que les gusta a los superiores: tenernos calladitos, cuanto más incultos mejor, así luego les contamos cuatro mentiras y nos votan.

No. No soy un revolucionario, ni un anarquista, ni uno de esos falsos progres que están ahora tan de moda y que todo lo permiten para luego ser unos rajados y una mierda de personas. Sinceramente, mosquea y asquea ver que en pleno siglo XXI, cuando se supone que hay que favorecer la cultura, las segundas oportunidades y la democracia, seguimos con una cantidad de gente totalmente manipulable increíble, una lucha de extremos en la política insalvable (y estúpida, porque un político, lo mires por donde lo mires, va a hacer su agosto y no el tuyo) y una situación de impotencia y rabia cuando se hacen cosas completamente ilógicas que dan ganas de dejarlo todo y marcharse a donde el hombre no haya puesto el pie. Y por supuesto, por mucha libertad de expresión que haya, si dices algo inapropiado vete preparando para las consecuencias. Si esto es democracia, a mí me abdujeron los alienígenas en Roswell.

Me río yo  de la falsa humanidad de los que se dicen buenos, y que supuestamente luchan por nosotros. Sinceramente no cuela: si tienes un buen enchufe que te consiga un buen puesto en una empresa importante, aunque seas alguien que no sabe hacer la O con un canuto, cobrarás una pasta y haciendo un trabajo penoso, por ser hijo o hija de_____. Mientras tanto, cada vez cuesta más llegar a fin de mes, comemos peor y nos volvemos más y más violentos. La verdad es que muchas veces me miro, miro a mi alrededor y luego miro a la gente VIP, y no parece, es como si los VIPs fuesen el superhombre de Nietzsche, y nosotros simples seres inferiores, peones de los que se puede prescindir. Supuestamente somos todos iguales, pero de eso nada. Cuanto más papel verde, marrón o rosa haya en la billetera, más persona eres y mejor trato se va a recibir.

Es increíble. Sólo porque Don Dinero es el poderoso caballero que queremos que sea, tenemos lo que nos buscamos: imbéciles al poder, haciendo verdaderas locuras sin tener un mínimo de sentido común, y un séquito de pelotas gilipollas e incultos que les apoyan porque a saber cuánta tajada van a sacar. Luego vienen los llantos, lloros y lamentos. Pero para entonces es tarde: el daño está hecho, y durará 4, 8 o los años que haga falta. Los que haga falta para trapichear, hacer y deshacer a placer, mientras los supuestos pringados que somos nosotros, la gente normal, está al margen de todo y el poder de decisión que tiene es nulo, cero.

Y podría seguir hablando, como por ejemplo de por qué el libro del que hablo cuesta eso, cúanta pasta se va para esos buitres que son capaces de pedir el 10% de la recaudación de un concierto benéfico cuya recaudación va destinada a salvar la vida de un crío que está en la cuerda floja, su supuesta apuesta por la cultura y el trasfondo de detrás, que supongo que dentro de unos años será un cánon por respirar oxígeno, ya que así podemos hacer nuestras funciones vitales y nos permitirá piratear y, como dicen algunos, robar. Pero ya sería demasiado, y a lo mejor viene algún empleado de incógnito e irrumpe en mi casa sin orden judicial diciéndome que con las frases que haya usado aquí ya estoy incumpliendo las normas y que debo pagar derechos de autor, y barbaridades similares.

Con todo esto y más cosas que pasan hoy en día me gustaría despedirme de vosotros de momento. hasta que encuentre algo nuevo que enseñaros. Hasta entonces, adiós! Y gracias por leerme.

h1

Chapter 8: Lástima me dan

26 febrero 2009

Hola a todos. De nuevo sigo con la vena de tratar temas críticos y latentes en nuestra sociedad. Sí, puede que me ponga pesado, pero es de lo que quiero hablar (quizá cuando salga el nuevo CD de Hablando en Plata Squad o algún lanzamiento destacable le dedique un espacio considerable): son las cosas que considero importantes y en las que fallamos todos. Yo entre ellos, que, aunque me ponga a criticar, caigo en algunas cosas porque no soy perfecto.

No sé si es que es la mentalidad que yo tengo, o que mi cerebro se va haciendo viejo a pasos agigantados, pero…cuando miro las cosas que hace hoy la gente de mi edad, o menores, me paro a pensar un poco y pienso «¿Qué mierda de futuro nos espera a todos dentro de una o dos generaciones?». En esas cosas me refiero a los botellones, las fiestas por cualquier cosa y, en definitiva, todas esas cosas que hacemos en exceso.

Muchas veces me doy lástima, y a la vez me da lástima el resto. Es una cosa difícil de explicar. No soy un viejo, no he hecho más que empezar a ser mayor de edad, pero desde hace un tiempo muy considerable sé que no soy como los demás. No me pirra estar en la botellona bebiendo hasta caer redondo, ir a una discoteca y ponerme de garrafón hasta las trancas o bien mezclar porros y demás cosas para acabar hecho una piltrafa en poco tiempo. Casi que me pirra más pasear por mi ciudad, ver cómo es en sí, y luego coger un cuaderno e ir apuntando lo que se me viene a la cabeza. La lástima es que, un viernes por la noche, suele pasar esto, a no ser que consigas quedar con un par de amigos para ir a tomar un par de rondas de tapas.

Seré conciso: me dan lástima todos aquellos que se ponen de beber, fumar o fumar hierba, meterse coca y pastillas hasta el culo, por el mero hecho de pasarlo bien. Una cosa tan efímera como diversión a base de droga no causa felicidad ninguna. Leía yo hace unos meses en un fotolog de tantos lo siguiente:

Instrucciones:

1 – Preparas el papel, el tabaco y el cogollo/bola

2 – Le prendes fuego y te lo fumas

3 – A ser feliz
Concreto a más no poder. Y la gracia es que cada vez más personas caen en ese juego. Como siempre, es cierto que existe la gente que odia las drogas, tanto duras como blandas, o gente que no le gustan, pero las tolera, y muy de vez en cuando prueba algo (una caña sabe estupenda de vez en cuando). Una cosa es eso, y otra estar por rutina los viernes en el Botellódromo con los colegas para emborracharse cuanto antes mejor. Si pillamos a alguna chorva, genial. Y ya lo acompañamos con un petardete o con una raya y colofón total de la noche y del fin de semana. Así podemos decir que se divierte bastante, pero que mucha gente, ya sea ocasionalmente o a menudo.

¿Quién entiende eso por diversión? Yo desde luego no. Odio las discotecas. Y odio las aglomerciones muy masivas de gente. Sobre todo cuando los ves clónicos: en el caso de las niñas, con el uniforme de: chaquetón y camisa larga de moda, vaqueros ajustados y converse all-star, sabrinas o botas; en el caso de los niños, uniformados con bambas DC, Levis Antiform y camisa, camisa polo o camisa y jersey, como ellos decidan. Por no hablar de las pijipis y los toyaquines que juegan a ser raperos y graffiteros. Mirad, podéis considerarme antisocial o lo que queráis, pero los odio. Hay excepciones que se salvan (hay muchas, quizá yo no salgo a la calle lo que debiera y por eso no las veo), pero lo que yo me encuentro un viernes o un sábado noche en mi ciudad son en su mayoría niñatos con ganas de bronca y niñatas cuyo flujo vaginal moja sus pantalones y ropa interior cual volcán en erupción. Y eso me jode.

Voy a ser claro: yo también tengo mis vicios. Me gustan los videojuegos, leer cosas decentes y no los best-sellers tipo Crepúsculo, escribir (ya sean letras, artículos u otras cosas), el graffiti, el buen cine y los paseos (las cosas en las que te hace pensar un paseo por la ciudad, con los auriculares puestos, y sin la presión de «tengo que volver a esta hora» son sólo imaginables a quien puede hacerlo). Pero eso no vende. No sé si ya lo reflejé anteriormente, pero la gente que se sale un poco del encuadre de una persona normal no triunfa.

No se te suele entender: habla del Guilty Gear, Phoenix Wright o similares a alguien común y te miran con cara rara. Les hablas de Rachmaninov, Bach, Iron Maiden o Sepultura y te pueden decir «ah si, son los heavys esos que hacen ruido y pegan gritos» o «déjame a mí de música clásica». Y ya si cuentas algo de H.P. Lovecraft, Edgar Allan Poe, Mario Puzo o Chuck Palahniuk, prepárate para un «Odio leer otra cosa que no sea el Hola, el Nuevo Vale o similares (a las niñas de 12 y 13 años se les recomienda Bravo y SuperPop, las factorías nacionales de putillas de postín de España)».

Salvo honrosas excepciones (y muchas de esas excepciones sois lo que algo me comentáis aquí), ni interesa la cultura, ni el arte, ni el esforzarse por comprender algo. Es, simplemente, la decantación por lo sencillo, lo que no requiere esfuerzo: el
reggaeton, el flamenco y los cuatro grupos chapuceros que ponen en la radio o en el Disney Channel (per mitidme cambiar su nombre por Little Bitches Channel); Crepúsculo, El Código Da Vinci y Harry Potter (y eso que este último quiero acabarlo de una vez); el Pro Evolution, el San Andreas y el Need For Speed; o bien cualquier película cutre que se estrena hoy en día. Y sobre todo, mucho alcohol y mucha fiesta.

¿Quién tiene la culpa? Bien, por lo pronto la presión social: sigue existiendo el mito de «tengo más huevos que vosotros porque fumo o me emborracho antes» o «soy más que vosotras por hacer esto o lo otro». Luego, los padres, que o no tienen tiempo de preocuparse qué hacen sus hijos cuando se van de fiesta o les suda la frente lo que hagan. Y por último, nuestros gobernantes: los impuestos del alcohol y del tabaco generan pingües beneficios al Estado, que además se aprovecha de que los jóvenes no distingan la derecha de la izquierda a base de pan y circo para tenerlos contentitos, ganarse su voto y engañarlos como les salga de sus cojones con ese lenguaje «políticamente correcto» que se han montado ellos, y que sólo la gente con un mínimo de cultura desglosa y entiende como algo vacío y que se podía haber dicho en 20 palabras, en vez de recargarlo con 180 palabras sobrantes que hagan de adorno.

Finalizo el artículo de hoy, no sin antes decir lo siguiente: me doy lástima por ser yo el que cuenta esto y que me vea incapaz de, en ocasiones, ser un poco como esa gente normal, pero más lástima me dan, por no ser capaces ellos de ver ni una pizca de lo que yo veo.

PD: Puede ser que digáis que me pongo pesadito con el rap, con Toteking y demás, pero me parece una forma de cultura y de mensaje social en la música bastante más factible que otro tipo de cosas. Me entenderéis viendo el vídeo.

PD2: Espero no ofender a nadie si se siente identificado con el tema de lo de la forma de vestir y todo eso. Es una chorrada mía, pero tampoco tengo ganas de liarla por una cosa tan nimia.

h1

Chapter 7: La inconsciencia se paga

20 febrero 2009

Hola de nuevo, gente que me leéis. Ha pasado un buen tiempo desde que escribí la última entrada, pero los exámenes y demás cosas me han impedido poner algo nuevo por aquí.

Hoy me gustaría hablar de un caso que está en boca de todo el mundo y que es la comidilla de los medios de comunicación: como bien sabéis una muchacha sevillana, Marta del Castillo Casanueva, ha sido asesinada por su ex-novio y sigue desaparecida y toda la historia. Un suceso bastante feo que nos recuerda una vez más que las desgracias ocurren en cualquier lugar y con cualquier persona. Me gustaría hacer algunos comentarios al respecto (no un análisis del caso, porque no estoy muy al tanto de las noticias y lo poco que sigo lo sigo de oídas, pero sí comentarios respecto a mi conocimiento).

Según parece, esta chica empezó a salir con el «presunto» homicida, Miguel Carcaño, cuando tenía 15 años. Duraron 1 mes. Y 2 años después, la niña dice que tien que arreglar «unos pocos asuntos con el Miguel», lo que parecen ser acusaciones sobre el carácter de la niña a todo el mundo. Y es entonces cuando va donde vive el tal Miguel y se la carga éste con un cenicero.

Hasta ahí todo bien. Ahora veamos un poco de historia: la familia de Miguel se puede decir que es una familia rota (su padre le abandonó con 9 años, y la madre murió hace 3 años), y que no estaba precisamente en el mejor ambiente para tener una vida feliz. Añadiendo el hecho de que la familia de la chica era una familia normal, hay motivo suficiente para cierta envidia del chico y ganas de fastidiarle la vida a la niña, vista la pobre situación familiar del tal Miguel.

Hay que tener en cuenta que el tal Miguel cumple los requisitos que cualquier niñas de 14-15 años quiere: atractivo, de buen cuerpo y con madera de líder. Es lo le chifla a las niñas de esa edad (generalmente, que siempre hay excepciones). Y por lo general, cuanto más se las dan de machitos, más les gustan. Ésa es precisamente una de las cosas que afectan aquí: que por lo general estos «machos» no son precisamente lo mejor en lo que se refiere a que alguien se le sobreponga o le niegue algo. De ahí que haya ocurrido esta desgracia, con el consecuente dolor de la familia y sus conocidos y amigos. Y es cierto que es una desgracia.

¿Por qué digo estas cosas? Pues porque en realidad me jode que, sabiendo que existe gente normal, que hace las cosas bien y que tiene lo que hay que tener para ser considerado alguien bueno, sólo se presta atención a los que van de guays y de lidercillos, por el mero hecho de tener un sixpack en el abdomen o por chulearle a Dios si hace falta. Y por supuesto, no se molestan en ver su situación familiar ni en cómo son ellos por dentro. No voy a criticar que la chica esta lo hiciera o no (lo desconozco), pero sé del caso de muchas, muchísimas adolescentes que lo hacen. Y no les preocupa en absoluto.

El problema está en que ocurren estas cosas y la mentalidad no cambia: sigue siendo igual y siguen triunfando los «machos alfa» bajo el pretexto de «es que yo no soy Marta ni mi novio es el Miguel ése, mi novio est tal y cual…». No es así hasta que pasa algo similar. Y de ésa inconsciencia hablo en el título: el no informarse de quién es la persona con la que sales y a qué se dedica y, en definitiva, conocerla, ocasiona problemas. Como éste. Y, repito, no hablo de esta chica, hablo de las miles de adolescentes que lo hacen hoy en día. Me es imposible escribir esto sin que se me venga a la cabeza cierto párrafo de ToteKing:

Espero que entiendas que eres muy especial
pero en cuanto a lengua quiere la del Carlos
que es un chulo y que la trata mal pero es un tío
supongo que los más normales somos aburridos

Con eso puedo resumir la primera parte de lo que quiero decir con éste tema. La segunda parte viene por el tema judicial, y el politiqueo y la demagogia barata.

¿A qué me quiero referir? Pues sencillamente a la petición de cadena perpetua de la gente, la huelga en contra de la justicia y del ministro Bermejo, y todas esas cosas. Como vivimos en el país de la inconsciencia, todavía nuestros políticos no se han dado cuenta (o no quieren darse) de que hay problemas graves en estas situaciones, que las leyes son más blandas que una nube de chuchería, y que se defiende al culpable antes que al inocente en España. Somos el país más democrático de Europa. Pero a qué precio.

No se quiere imponer cadena perpetua, porque eso sería de «fachas y antidemocráticos». No voy a entrar en terminología política, salvo decir que me joden tanto los putos fachas extremistas como los rojos de mierda. Y lo digo sin tapujos, porque ambos bandos son igual de imbéciles y cerrados de mollera (más flagrante aún los de la izquierda, que se supone que son más tolerantes, pero bueno). En países de la Unión Europea como Alemania, Finlandia, Suecia y demás, el sistema legal es bastante más duro que el nuestro, y eso se nota. Cuando yo paseaba por las calles de Velbert (el pueblecito en el que estuve cuando fui a Alemania), no había visas de descuido, suciedad, y mucho menos de incivilización. La razón es que, por ensuciar la vía pública, te la cargas, y no digamos ya la vergüenza que representa que te devuelvan algo que has tirado al suelo. Por no hablar de que los coches de policía estaban aparcados por doquier, y los policías sin mucho trabajo en particular (y eso que se sabe que hay problemas de drogas y todos esos trapicheos que ya nos sabemos de sobra). Críos andando por la calle de vuelta a casa sin sus padres, y nadie que les ofrezca un caramelo con droga para secuestrarlos, violarlos y matarlos. Algo muy distinto a lo que estamos acostumbrados aquí.

Y por supuesto, los delitos graves están mucho más penados que aquí. Una estafa en estos países te puede salir por un auténtico ojo de la cara. por no hablar de la mala reputación que obtengas. Eso obliga a la gente a tener civismo y a no comportarse como Neandertales, que es como nos comportamos en nuestra querida piel de toro.

Mientras tanto, nuestros políticos alegan los motivos anteriormente dichos, no sé si por miedo al cambio o porque hay una fuerza sobrenatural que les impide hacerlo. Escuché hoy a un «alguien» (un político del que no recuerdo el nombre), que no estaba a favor de la cadena perpetua en estos casos, que si a esta familia le han asesinado a su hija, que mala suerte. Ya me gustaría ver a este señor con su familia, desconsolado porque han matado a un hijo suyo. Seguro que se aplicaban las leyes de inmediato porque uno de sus pipiolos la ha palmado. Y van numerosos casos de gente que debería pasar su vida entre rejas, y atormentada por lo que han hecho (recordemos a Santiago del Valle, Tony King, el violador de la Vall D’Hebrons y demás), y no lo hacen, porque nuestro sistema judicial es tan pobre y tan contradictorio, que hasta pena como más delito descargar una película del eMule que amenazar con un arma a una persona.

Me avergüenzo de mi país por estos casos, y por lo retrógrada que es la mentalidad española. Y eso que se supone que son progresistas todos…menos mal…A mí no me parecen más que un grupo de gente que chupa del bote lo que puede, nos estafa a España entera y los valores morales se los pasan por el forro. La mayoría de gente sensata de otros países sigue la regla de «si algo no funciona, es necesario un cambio para que los engranajes se muevan». Aquí, si algo no funciona, seguirá sin funcionar hasta que algo le suceda a algún político con ese «algo», o a gran parte de la población.

Resumiendo, este tipo de hechos se podrían evitar si la gente normal y los que nos dirigen tomasen las medidas pertinentes. La lástima (y lo que me da bastante coraje), es que no prevenimos la tormenta hasta que ha pasado. Algo que, en pleno siglo XXI, y en la era de la cultura y el sentido común, me parece absolutamente lamentable. Juzgad vosotros. Y, por supuesto, guardo la pequeña esperanza de que el caso de esta niña, que en paz descanse, sea escuchado por alguien y tomen las medidas pertinentes, más allá de la simple cortesía de escuchar a su familia para luego quedarse de brazos cruzados. A ver si de una puta vez aprendemos en este país de mierda lo que es hacer las cosas como deben hacerse.

PD: Los insultos, críticas destructivas y demás ofensas os las podéis guardar si tenéis alguna, porque no las pienso publicar ni pienso hacerles caso.