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Chapter 18: A pulso

21 octubre 2010

Que lleve un mes sin escribir y que encima cuando lo haga quiera mentar a la madre que parió a todo el mundo no significa que sea un ermitaño con más mala leche que un simulador de vuelo en el que estrellas un avión en el world Trade Center. Significa que las cosas buenas me las voy a guardar de momento para mí.

Pero de momento ése no es el tema. Hay cosas que preocupan más. Como por ejemplo, que cada día que amanece, España está más llena de subnormales. Y pintan bastos. Si hay remontada, desde luego va a ser a muy largo plazo.

Teniendo mis preocupaciones el otro día, se me acercó una niña que deduje que estaba en Secundaria. Una cría con pinta de inteligente: mientras sus amigas se contaban chismorreos sobre con quién se habían liado en el fin de semana yla salida a alguna gilipollesca fiesta light, ella estaba haciendo sus tareas. «Toma ya, con dos cojones», pensé yo mientras me acercaba a ella. me llamó la atención el ver que tenía que localizar en un mapa del mundo ciertos países y ponerlos en otro idioma. Eso no estuvo mal. Que me preguntase que dónde estaba Polonia sí que lo está. Le pregunté en qué curso estaba. «Segundo de ESO». Le pregunté también que qué mierda de educación les daban en geografía. Y la respuesta fue «La Europa de los 25 en Sexto de Primaria. Y hace ya dos años que no hemos visto más. No nos han enseñado el mundo entero».

Helado. De piedra. Hay libre albedrío para poner un calificativo. Pero me quedé con los ojos como platos. Porque me resulta difícil no, imposible de creer, que con cerca de 15 años una persona que se supone inteligente, tiene una calificaciones excelentes (las tiene, entre otras cosas porque la conozco) y es una alumna ejemplar, no pueda localizar en el mapa del mundo no un país, sino más de medio mundo. Es sencillamente acojonante.

Acabé la ESO en el 2006. En un periodo de 4 años (permitidme la expresión), no recuerdo haberme tocado más los huevos en mi vida. Tardes leyendo novelas, cómics, jugando a la consola y haciendo de todo menos estudiar. Y nunca me tiré un verano estudiando porque me quedara algo para Septiembre. O soy un genio, o el sistema es una mierda. Y como las flores con tiesto se las tiran los orgullosos y los arrogantes, y sé que soy un tío normal, me inclino por lo segundo.

Hace unos años, el mundo se veía entero en 6º de Primaria, como muy tarde en 1º de ESO. La Europa de los 15 de aquel entonces era un apartado del tamaño de una cagada de ratón. Y resulta que en 2010, con una educación que se supone que es de puta madre, con ordenadores subvencionados por el Gobierno para los amiguitos lameculos y los que le ponen propiedades a otro para llevarse las becas por todo el morro, una de las mejores alumnas de un colegio que se supone de nivel medio-alto no me sabe localizar Polonia en el mapa. Si así van las cosas en Geografía, del resto apaga y vámonos.

Hay carencias en casi todas las asignaturas (y precisamente en idiomas donde más), pero luego lo que más preocupa es la Educación para la Ciudadanía, que no haya Religión en las clases para no molestar a nadie y que haya educación sexual, cuanta más mejor. Es decir, que le echen mierda por bulldozers a los soplagaitas de la derecha, que nadie se sienta ofendido porque el cristianismo no es su religión y que todos aprendamos a echar un polvo, hacernos una paja y meternos el dedo en el coño.

Eso está muy bien si lo que queremos son políticos, putas y chaperos. Pero para montar un país hace falta gente preparada. Que pueda pensar, que sea creativa. No una panda de inútiles cuya realidad es la tele (con sus teleseries basura de adolescentes hormonados que se enrollan con profesoras o se meten rayas de coca como un campo de fútbol de largas, y también con programas de mierda donde la gente sale peleándose y donde una cocainómana gana un millón de euros al año y encima sería la tercera fuerza política de ser votada),  Tuenti, el Farmville de los cojones en el Facebook y Asco de Vida. Muchos miramos esas cosas, y los que somos un poco listos sabemos hasta dónde llega el límite. El resto no lo saben. Y así luego hay una lista de parados del tamaño del sumario del 11-M y los servicios al público son la risa de media Europa, aparte de que nos estamos hartando de comer mierda a palas y nos callamos.

Así nos están educando. Y un futuro muy negro es lo que le aguarda a esta ruina de país. Pero que se lo ha ganado. A pulso.

2 comentarios

  1. El problema no es solo el sistema educativo cada vez peor como expones, si no que además cada vez los crios quieren aprender menos y menos (por la educación que se les da desde pequeños y lo que ven, en gran parte, en televisión) y como bien dices, centrarse cada vez más pronto en fiesta, bebida y trasnochadas, siendo lo demás una herramienta para perpetuar esa vida (haciendo lo mínimo posible, el menor tiempo posible, para estar de fiesta el mayor tiempo posible).

    Por aquí un lector que te descubrió hace poco por casualidad (por una letra de una canción de rap que buscaba por una curiosidad) y que se ha leído todos tus post y está bastante de acuerdo con ellos… Por cierto, grandes recomendaciones «Un mundo feliz» y «Guerra Mundial Z», me gustaron bastante.

    Un saludo y espero volver a leerte pronto.


    • Gracias por tu comentario, Jason. Me alegro de que represente lo que piensas (y más me alegro yo de que alguien comparta mi opinión). No hay demasiada gente que piense así últimamente…y cosas como esta se agradecen al leerlas.

      ¡Un saludo!



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